viernes, 28 de abril de 2017

PADRE PÍO JAMÁS CELEBRÓ EL NOVUS ORDO

Traducción del artículo publicado en THE REMNANT

   
El bienaventurado Padre Pío fue el primer sacerdote estigmatizado en la Iglesia, enviado a Dios para ser una señal para nuestros tiempos. Francesco Forgione (nacido en 1887) recibió las cinco llagas de Cristo sólo después de la ordenación (1910) cuando comenzó a ofrecer el Santo Sacrificio de la Misa y fue conocido como el Padre Pío. Estas visibles y sangrantes heridas de Cristo, que recibió el 20 de Septiembre de 1918, desaparecieron del Padre Pío cuando completó su última Misa el 22 de Septiembre de 1968 -dos días después del quincuagésimo aniversario de la impresión de los estigmas-. Las heridas estuvieron relacionadas con el Santo Sacrificio de la Misa.
 
Padre Pío fue enviado como una señal visible de la naturaleza sacrificial de la Misa. En 1968, el Santo Sacrificio de la Misa estaba enfrentando cambios en los albores del Vaticano II para transformarlo en la teocéntrica e incruenta renovación del Sacrificio de Cristo en el Calvario a una cena conmemorativa antropocéntrica. El estigmatizado Padre Pío es una señal de contradiccion para este pensamiento modernista y protestantizado.
 
Como el bienaventurado Padre Pio, todos los sacerdotes son ordenados, en una forma especial, para ofrecer Sacrificio a Dios Omnipotente en la Persona de Cristo (in Persóna Christi). En el Altar de la Cruz, el sacerdote permanece in Persóna Christi, para re-presentar el Sacrificio del Calvario a los fieles a través del tiempo y el espacio para todas las generaciones desde el tiempo de Cristo hasta el fin de los tiempos. Padre Pío, que fue un representante fidedigno de Nuestro Señor, un crucifijo viviente, que fue enviado para representarnos el carácter único del sacerdote que es ordenado para ofrecer el Sacrificio, y no para ‘presidir’ en una comida comunitaria. No había mesas de banquetes preparadas en el Calvario en ese primer Viernes Santo.
 
Cualquiera puede ‘presidir’. Sólo un Sacerdote puede ofrecer el Sacrificio y efectuar la Transubstanciación, esto esl convertir el pan y el vino en el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Cristo. La Divina Víctima, Nuestro Señor Jesucristo, es ofrecido entonces a Dios Padre por el Sacerdote como Hostia de propiciación por nuestros pecados en el Santo Sacrificio de la Misa. El Bienaventurado Padre Pío, sacerdote para siempre, ofreció Sacrificio. Él no fue un ‘presidente’.
 
Cuando fueron anunciados que los cambios experimentales a la Misa Latina Tradicional, tan amada por Padre Pío, tomarían lugar a mediados de la década de 1960, Pío no dudó en solicitar el permiso de Roma para continuar ofreciendo la Misa Inmemorial en el Rito aprobado por el Concilio de Trento. Se dijo que el permiso le fue concedido en consideración a su avanzaa edad, frágil salud y pobre vista.
 
Para el tiempo en que la liturgia Novus Ordo fue promulgada por Pablo VI el 3 de Abril de 1969, Padre Pío ya tenía seis meses de muerto. El completo ‘Sacramentario’ Novus Ordo, con todas sus oraciones revisadas, sería publicado en 1970, más de un año después de que los despojos mortales del Padre Pío fueran colocados en el sepulcro. Por tanto, se puede decir ciertamente que el bienaventurado Padre Pío nunca dijo la Misa Novus Ordo. Por tanto es falso y fuera de lugar que cualquiera sugiera lo contrario.
 
DESINFORMACIÓN
Las palabras escritas por dos sacerdotes capuchinos, que conocieron y vivieron con el Padre Pío, han sido la génesis de las falaces teorías que proponen que el Padre Pío dijera la Misa Novus Ordo. Uno de esos sacerdotes, el padre Pellegrino Funicelli, que estuvo con el Padre Pío cuando murió, escribió en su libro de 1991 Padre Pio’s Jack of All Trades (pp. 401-402):
“Entre 1966 y 1967 Padre Pío recibió el permiso de la Santa Sede para decir Misa en latín, y sentado. Sin embargo, la Santa Sede permitió esto bajo dos condiciones: Que celebrara versus pópulus, y que usara el nuevo rito de la Plegaria Eucarística”.
 
Las declaraciones de este libro, que están justo ahora rondando por la internet, son engañosas. La Santa Sede dio permiso al Padre Pío de ofrecer la Misa Latina Tradicional. Este no fue meramente un permiso para una “Misa en latín”, en otras palabras, decir el Novus Ordo en latín. Usar el “nuevo rito de la Oración Eucarística” no puede significar remplazo del Canon de la Misa Latina Tradicional. Sería absurdo esperar que un anciano, débil, frágil y débil de vista Padre Pío fuera capaz de leer las palabras y aprender las rúbricas de una nueva ‘Plegaria Eucarística’. Además, el permiso de Roma a Pío y otros sacerdotes ancianos era de usar la totalidad del Misal, incluyendo el Canon de la Misa, que ellos presumiblemente memorizaron tras muchas décadas de recitación. El padre Pellegrino continúa:
“… conociendo las condiciones, él (Padre Pío) pidió al superior enseñarle la nueva forma de doxología. Después de haber visto cómo elevaría la patena, con la Hostia y el cáliz, le agradeció al superior y parecía estar satisfecho … Durante la noche me llamó y dijo: ‘Hazme un favor. Trae el cáliz y la patena en la pequeña iglesia y muéstrame el nuevo rito una vez más … Debo realizar el rito precisamente como la Iglesia desea’”.
 
Dado que fue dicho, uno esperaría encontrar fotografías o vídeos del Padre Pío sosteniendo el Cáliz en una mano y la Patena en la otra, cantando: ‘Por Él, con Él, en Él’, etc. Tales fotos y/o vídeos NO EXISTEN. NO LOS HAY. ¿Cómo puede explicarse esto?
 
Un antiguo ayudante del Padre Pío, que respondía las correspondencias en inglés, el padre Ermelindo de Capúa, es citado en internet diciendo:
“Él (Padre Pío) acostumbraba decir Misa según el nuevo orden. Para 1968 (cuando el Padre Pío murió) el nuevo orden no estaba completo aún, pero cambió algunas cosas del latín a la lengua italiana. Él intentó decir Misa según la nueva disposición de la Iglesia. Él intentó aprender y adaptarse a las nuevas reglas de la Misa. Había algún algo de latín. No cambió completamente. El Canon no lo recuerdo exactamente”.
  
Los comentarios del padre Ermelindo, arriba citados, no pueden entenderse como que el Padre Pío abandonase la Misa Latina Tradicional en favor del “nuevo orden” (Novus Ordo). Después de dar esta declaración en 2013, yo sostuve correspondencia con el padre Ermelindo y pidéndole que si tenía fotos o vídeos del Padre Pío que probasen concluyentemente que él decía el “nuevo orden” de la Misa. Él dijo que no tenía tal evidencia.
  
Así, ¿cómo resuelve uno este asunto? A menudo se dice: ‘Ver para creer’. En este caso, ‘ver’ para mí era muy esperanzador para entender las palabras dichas por los confrailes del Padre Pío. He visto cientos de fotos y docenas de vídeos capturando varias Misas del Padre Pío. Más importante aún, yo estudié con detalle el vídeo disponible de la última Misa del Padre Pío el 22 de Septiembre de 1968. Si hubiera algunas novedades agregadas a la Misa del Padre Pío, ellas seguramente saldrían a lucir en esa última Misa. Encontré que las palabras de los hermanos capuchinos del Padre Pío estaban siendo incorrectamente interpretadas en favor de una apología del Novus Ordo.
  
VER PARA CREER
Ver para creer. Esto es lo que uno puede ver con sus propios ojos respecto a esa Última Misa del Padre Pío:
  
  
Cuando el Padre Pío fue conducido desde la sacristía, pasó entre el Altar Mayor tradicional y la mesa  Novus Ordo a su derecha en su camino a su asiento (sedília), desde la cual recitaría el Confíteor y el Gloria, y diría la Oracion inicial. Él hubiera sido ayudado para levantarse de su silla y dirigirse a la mesa Novus Ordo, donde ofrecería su última Misa de cara a los fieles. Padre Pío estaba obviamente demasiado débil para subir las tres gradas del Altar Mayor. En suma, el ‘experimento litúrgico’ de Misa versus pópulum desde una mesa de pie libre estaba obviamente de moda en San Giovanni Rotondo, como también en otras partes del mundo en ese entonces.
 
El Padre Pío estaba acompañado por un diácono y un subdiácono indicando que era una Misa Mayor Solemne. El superior del Padre Pío le ordenó ofrecer una Misa Mayor ese día y el debilitado Pío obedeció. Nótese que la liturgia Novus Ordo no distingue entre Misa Mayor y Misa Menor; ni tiene subdiáconos. Esta era una Misa Latina Tradicional.
 
El Padre Pío estaba vistiendo una casulla romana blanca con un manípulo en la mano izquierda. Tal indumentaria litúrgica tradicional no se emplean en la liturgia Novus Ordo.
 
A lo largo de la evidencia fílmica, Padre Pío solamente decía las oraciones de la Misa Latina Tradicional, incluido el Canon, y las decía en latín. Este era el tiempo en que a los sacerdotes se les ordenaba decir la Misa en vernáculo. En mi biblioteca tengo un “Sacramentario” de 1966 donde todas las oraciones debían decirse en inglés. Padre Pío tenía permiso, sin embargo, de continuar ofreciendo la Misa Tridentina de un Missále Románum pre-Vaticano II.
 
En el Súscipe, Sancte Pater, Padre Pío hace la Señal de la Cruz con la Patena, y entonces deposita la Hostia en el Corporal. En el Sanctus, se escuchan sonar las campanas tres veces en la Última Misa del Padre Pío. Ambas rúbricas de la Misa Latina Tradicional fueron eliminadas de la liturgia Novus Ordo.
 
En el Canon de la Misa hay numerosas evidencias de que el Padre Pío NO está diciendo ninguna nueva ‘Plegaria Eucarística’, sino que continúa rezando el Canon Romano, como siempre hacía. En el Quam oblatiónem, Padre Pio puede ser observado haciendo múltiples cruces sobre la oblación. Justo antes de la Consagración, Padre Pío hace la Señal de la Cruz sobre la Hostia en el benedíxit de la oración Qui prídie (Consagración de la Hostia). Padre Pío también hace la Señal de la Cruz sobre el Cáliz en el benedixit de la oración Símili modo (Consagración del Cáliz). Tres campanadas separadas se dan al vuelo en cada Consagración. Señales de la Cruz fueron hechas por el Padre Pío en el Unde et mémores. Padre Pío no separaría sus pulgares e índices después de la Consagración hasta las abluciones. Estas rúbricas, del Canon de la Misa Latina Tradicional, NO se encuentran en ninguna parte de la liturgia Novus Ordo.
  
Así, de las pretensiones de que el Padre Pío practicara la “nueva forma de la doxología … levantando la patena, con la Hostia y el cáliz”, NO hay evidencia en la Última Misa del Padre Pío o en cualquiera otra de sus Misas. Esta “nueva forma de la doxología” en el Novus Ordo remplazó la “Elevación Menor” de la Misa Latina Tradicional. Sin embargo, en la Última Misa del Padre Pío en la Elevación Menor, puede verse al Padre Pío puede ser visto tomando la Hostia Consagrada con la mano derecha y haciendo las Señales de la Cruz sobre el Cáliz y el Altar como tradicionalmente en la oración Per ipsum, et cum ipso, et in ipso. El Padre Pío siguió aquí el Canon Romano de la Misa Latina Tradicional, y a lo largo de la Misa, y no sucumbió a la innovación de una “nueva forma de doxología”.
 
Padre Pio dijo el Per ómnia sǽcula sæculórum antes del Pater noster. También, al fragmentar la Hostia Consagrada en el Qui tecum, el Padre Pío es visto cantando Per ómnia sǽcula sæculórum. Pío dijo claramente el Pax Dómini sit semper vobíscum mientras hacía la Señal de la Cruz sobre el Cáliz con la Sagrada Partícula. Tanto los Per ómnia sǽcula sæculórum, como también las signaciones con el fragmento de la Hostia, hechos unos y otras en la Misa Latina Tradicional, fueron extirpadas de la liturgia Novus Ordo.
  
En el Agnus Dei, Padre Pío golpea su pecho. Más tarde se le ve haciendo la Señal de la Cruz con la Hostia Consagrada sobre la Patena antes de recibir. Estas son insignias de la Misa Latina Tradicional. El Padre Pío realiza las abluciones del Cáliz y sus dedos con vino y agua después de la Comunión. En la liturgia Novus Ordo, sólo se usa el agua.
 
En el permiso que el Padre Pío recibió para continuar ofreciendo la Misa Latina Tradicional, es de común acuerdo que le fue dado específico permiso para decir durante el año la Misa de la Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María. En la Última Misa del Padre Pío, la oración Postcommúnio propia de la Inmaculada Concepción al final de la Misa Latina Tradicional puede discernirse claramente: “Sacraménta quæ súmpsimus, Dómine, Deus noster: illíus in nobis culpæ vúlnera réparent; a qua immaculátam beátæ Maríæ Conceptiónem singuláriter præservásti. Per Dóminum…”.
  
Habiendo proporcionado evidencia que la Última Misa del Padre Pío fue de hecho la Misa Latina Tradicional, con todo hubo al menos dos innovaciones que sucedieron: Misa en un altar/mesa de cara al pueblo; y el subdiácono leyendo la Epístola en italiano desde un púlpito de cara al pueblo. En suma, aunque ellos pudieran haber editado los vídeos que he visto, no hay evidencia de las Oraciones al Pie del Altar o el Último Evangelio, notando que esas fueron omisiones típicas durante el tiempo de las ‘experimentaciones’ post-Vaticano II.
   
La Misa estaba cambiando alrededor del mundo y ante los propios ojos del Padre Pío. Como un sacerdote de orden religiosa debilitado, casi ciego, sujeto a la obediencia a su superior, y sin suficiente fuerza para ofrecer una resistencia efectiva, el Padre Pío fue llevado por la voluntad de otros y fue fisicamente dirigido a su Última Misa. Tan debilitada su vista como estaba, el Padre Pío pudo ver lo suficiente para ver que era tiempo de salir de este mundo. De hecho, el mismo día de su Última Misa, su tumba fue bendecida y fallecería a las 2:30h de la mañana siguiente, el 23 de Septiembre de 1968.
 
CONCLUSIÓN
Durante casi toda la vida terrena del Padre Pío, ofreció la Misa Latina Tradicional exactamente siguiendo el Misal Romano del magno San Pío V, que los sacerdotes habían usado por siglos sin cambio alguno, previo al tiempo del Concilio Vaticano II. Cuando él se sintió víctima de los ‘experimentos litúrgicos’ antes de la introducción de la Misa Novus Ordo, sus estigmas comenzaron a, y eventualmente, desaparecer, justo como la naturaleza sacrificial de la Misa comenzaba a desaparecer.
 
Como un anciano debilitado que le falla la vista al borde de la muerte, el Padre Pío fue como un cordero llevado al matadero en su Última Misa. Padre Pío sería la perfecta imitación de Cristo, ‘in Persóna Christi’ al extremo, hasta el final. Como un debilitado Padre Pío fue llevado por un grupo de hombres a la mesa ‘de cara al pueblo’, él fue expuesto a la plebe y puesto en la escena pública, muy parecido a nuestro divino Señor Jesús cuando murió clavado en la Cruz del Calvario. Del mismo modo en que el costado del Hijo de Dios fue traspasado por una lanza y las últimas gotas de su Preciosa Sangre fueron  drenadas de su Cuerpo, así también se afirmó que después de su Última Misa, el cuerpo del Padre Pío estaba prácticamente vacío de sangre.
 
El Padre Pío tuvo un colapso al concluir su Última Misa y tuvo que ser llevado de la sacristía a su celda, donde estuvo pronto para su tránsito con sus últimas palabras, “Jesu et María” en sus labios. Así como la Misa Latina Tradicional fue desterrada de este mundo, remplazada casi en todos lados por la Misa Novus Ordo, así también el bienaventurado Padre Pío hizo su dolorosa salida del santuario. El sacerdote actuante ‘in Persóna Christi’ en el Santo Sacrificio de la Misa sería remplazado por un ‘presidente’ en una ‘cena comunitaria’.
 
Sin embargo, justo como Jesús resucitó de entre los muertos, la Misa Latina Tradicional, la Misa que no podía morir, está regresando. Dios no permitiría que el Santo Sacrificio de la Misa, instituido por Él y ofrecido a Él, desapareciera de este mundo. El Padre Pío, el santo de la Misa Latina Tradicional, continúa siendo una inspiración y un intercesor para todos los sacerdotes y seminaristas que son llamados por Dios a dedicar sus vidas en la Misa de Siempre.
 
Siempre ha habido, y todavía lo hay, un remanente de fieles que permanecen leales a la Misa Latina Tradicional. Recuerda siempre, y no dejes que nadie te desaliente: “…En la hora presente ha quedado un remanente, escogido por gracia” (Romanos 11, 5). Nosotros somos ese remanente. El bienaventurado Padre Pío es de los nuestros.

3 comentarios:

  1. Qué raro, no me salen las cuentas: Pío de Pietrelcina murio en 1968 y el Misal protestante de Montini es del 1969... Por tanto si, hay que concluir que Pío de Pietrelcina nunca celebró el nuevo misal, es indiscutible. Ahora, si usted dice que la misa que vemos de cara a la gente (¿de espaldas al sagrario?) es la misa de pío V, pues habrá que decir que no. Y que Pío de Pietrelcina estaba al parecer abierto a los experimentos litúrgicos de la banda de Montini, pues parece que sí.

    Pío de Pietrelcina quizás fue un santo o quizás no. Cuando tengamos un Papa podremos saberlo, y mientras tanto no. Pero lo que estoy seguro con ese video es que si lo declaran santo , no va a ser por ser un defensor a ultranza y un mártir de la misa. Tampoco lo será por haber rechazado la apostasía del Vaticano II.

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    1. Parece que aún no se aproxima al meollo del presente artículo: Al Padre Pío (que tal vez sea santo, pero no precisamente porque JP2 lo “canonizara” -por eso el término “bienaventurado” con el que nos dirigimos al Padre Pío-), los conciliares lo han manipulado y tergiversado en vida y en muerte para hacerlo parecer modelo de obediencia ciega y de acogida a la demolición (sobre todo con el inexistente “exhorto a la obediencia” que le dirigió a Mons. Lefebrve cuando éste fuera a visitarlo a San Giovanni Rotondo).

      Lejos de nosotros el pensar siquiera que el “versus pópulo” sea propio de la Misa de San Pío V. Antípodamente, citando el propio artículo, esa es una novedad inmediatamente posterior al V2 y antesala del Novus Ordo, pero fuera de ello, el rito seguido en la Última Misa del bienaventurado Padre Pío de Pietrelcina OFM Cap. el 22-IX-1968 fue el tradicional pre-1955. Aparte, tampoco creemos que de buen grado aceptase las doctrinas llamativas y extrañas de la banda montiniana, toda vez que al iniciarse el conciliàbulo, Padre Pío decía “Ahora comienza la torre de Babel”, y luego: “Éste es un concilio que desconcilia”, y pedía que cesara lo más pronto posible, porque “cuanto más tiempo pasa, peor es” (por ello Juan XXIII bis y Pablo VI lo odiaban tanto).

      Sobre “un debilitado Padre Pío [que] ue llevado por un grupo de hombres a la mesa ‘de cara al pueblo’, [donde] él fue expuesto a la plebe y puesto en la escena pública”, podemos hacer un símil con Mons. Thuc, el cual fue secuestrado y trasladado contra su voluntad el 19 de Enero de 1984 al monasterio de la congregación vietnam-americana Madre Corredentora en Carthage, Missouri (Estados Unidos), donde falleció el 13 de Diciembre de ese año por complicaciones de la diabetes que sufría (y aún así, creemos que fue asesinado allí); y aún hay tradicionalistas que lo calumnian acusándolo que los achaques de la vejez le impedían administrar válidamente los sacramentos, y que se reconcilió con los usurpadores.

      En síntesis, a despecho de que en aquella época no había la suficiente claridad teológica sobre el Sedevacantismo como la hay ahora, podemos decir que Padre Pío fue tradicionalista hasta su muerte; y él prefería más el fin del mundo antes que el avance de la apostasía (y si Dios le hubiese concedido unos años más y más fortaleza, junto a Lefebvre, Thuc y tantos otros hubiese proclamado la Vacancia de la Sede).

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  2. Alguno objetará diciendo “¿Adonde está regresando la verdadera misa, si le están poniendo el pie encima siguiendo el ejemplo de Wojtyla?”. Sepa quien osare siquiera permitir que por la mente le pase tal pensamiento que, Deo grátias, existen obispos sedevacantistas legítimos y válidamente consagrados con el Rito Romano Tradicional que con ese mismo ritual ordenan sacerdotes legítimos y válidos para que ofrezcan el Santo Sacrificio de la Misa tal como se ofrecía antes de 1955.

    Y en cuanto a los conciliares de barroca fe que pretenden simular el Santo Sacrificio, mas en realidad siguen la adulterada misa roncalliana, ellos simplemente cometen sacrilegio; y si a esa mala imitación cual es la misa roncalliana la tienen que la quieren acabar, ¡QUE HAGAN LO QUE LES VENGA EN GANA! Al fin y al cabo, esa NO ES la Misa Católica, sino un Novus Ordo 1.0.

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